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No usemos vasos descartables

Antes de empezar a “vivir sin plástico”, cuando me ponían un café en la típico vaso desechable siempre decía “sin tapa, por favor”. Pensaba que eso era más que suficiente. El vaso, como era de cartón, lo echaba a reciclar y fin del problema.

No es un pensamiento tan extraño, en California hay una campaña para evitar la tapa de los vasos de café, “I go top less”. Imagina la cantidad de tapas de plástico que pueden utilizar diariamente en el mundo. No hay duda, mejor “go top less”.

No hay que ser muy espabilado para darse cuenta de que la tapa es de plástico, sin embargo, el vaso da lugar a confusión. A simple vista parece de papel o cartón pero, como la impermeabilidad no es una característica intrínseca del papel, para hacerlo resistente al líquido le añaden una capa de plástico, más concretamente de polietileno. En este vídeo la separamos:

Bueno, puedes pensar que es una delgada capita de plástico, que no es para tanto, y te tendríamos que dar la razón, sólo supone como el 5% del vaso, pero esto complica muchísimo su reciclaje, ya que hay separar los dos materiales de los que está compuesto.

Hemos estado buscando en internet para comprobar si en nuestra ciudad o nuestro país se pueden reciclar y nos hemos encontrado con un vacío absoluto. No se mencionan en los listados de los productos que se deben de poner en cada contenedor. Lo único que hemos encontrado un informe de la Universidad Politécnica de Valencia sobre el reciclaje de papel que indica que el papel encerado o parafinado para hacer vasos no se puede reciclar, debe de tirarse a la basura. Tanto silencio nos resulta sospechoso.

Esto nos ha llevado la campaña de BBC Hugh’s War on Waste, en la que en uno de sus capítulos se hablaba de las tazas desechables. Sólo en el Reino Unido se estima que en un año se desechan 2,5 billones de vasos de papel para el café, lo que significa 7 millones diarios o 5000 al minuto. No se pueden reciclar a través de ningún servicio público de recolección de residuos, por lo que se suelen incinerar o enviar a vertederos. Sólo existe un centro especializado, Simply Cups, que recicla tazas de algunas empresas. El total que manejan es de menos de 6 millones de tazas al año, lo que significa menos del uno por ciento del total que se tiran.

En Estados Unidos se calcula que cada año utilizan 50 mil millones de vasos de papel desechables. Si se pusieran en fila, irían a la luna y regresarían aproximadamente cinco veces. ¡Casi nada! Y se encuentran con el mismo problema que en el Reino Unido, no se reciclan.

Hay que ser claros, por mucho que quieran que pensemos lo contrario, estos vasos no se reciclan en ningún lugar. Técnicamente son reciclables pero no es ni fácil ni práctico. Muchas empresas utilizan artimañas para pensemos que se puede y las utilicemos sin remordimiento, como por ejemplo poniendo el símbolo del reciclaje en la banda de papel externa, lo que significa que el papel de fuera es reciclable, no la taza entera. En este video (en inglés) lo explican la mar de bien:

Por si esto fuera poco, el material que se utiliza para su composición es virgen. Por ley no se puede usar ni papel ni plástico reciclado porque van a estar en contacto con la bebida (ni para la tapa ni la cucharilla). Así que, ¡ni se pueden hacer de materiales reciclados, ni se pueden reciclar!

Un simple vaso de cartón que parece tan inofensivo en realidad es de lo más perverso. Se merecería el premio al producto insostenible del siglo.

En las páginas web de algunas de las grandes compañías, como Starbucks, no encontramos nada más que tonterías: “En muchas de nuestras tiendas reciclamos al menos un tipo de residuos (…) se trata de una actividad que sucede tras la barra sin que nuestros clientes lo vean (…) depende de la existencia de estos servicios en los lugares donde se ubican nuestras tiendas.” Vamos, que no quieren hacerse responsables de su propia basura. El problema no es lo de sus vasos, sino que no hay lugares para reciclarlos. Además, no entendemos muy bien la foto de una de sus tazas no reciclables en el contenedor de reciclaje. Y a estas alturas lo de reciclar “al menos un tipo de residuos” no nos parece que sea para sacar pecho, sino más bien para agachar las orejas.

Por desgracia, el uso de tazas desechables está cada día más extendido. Es comprensible, cada vez vamos más rápido a todos los lados y si podemos hacer dos cosas a la vez mejor. Vale, no nos paremos a tomar un café sino queremos, pero sí tenemos que pararnos a pensar en las consecuencias. ¿Es en realidad necesario poner cada día en la basura de este planeta millones y millones de tazas desechables no reciclables? Si sabes que vas con prisa, ¿es tan incómodo llevar un termo en el bolso o mochila?

Lo que más nos mosquea es que hay incluso cafeterías que aún teniendo mesas lo sirven todo en desechables. Por más que lo intentemos no lo podemos entender, como tampoco entendemos que cuando existe otra opción haya gente que utilice desechables para tomarse un café en el local. Nos duele a la vista. ¡Debería de estar penado!

No nos dejemos engañar, dejemos de utilizar estas tazas. No las necesitamos. Aún pudiéndose reciclar, no tendrían ningún sentido, pero si eres de esas personas que, como yo hace unos años, consideras que reciclando se acaba el problema, en este caso te quedas sin argumentos. Si te ha gustado, ¡compártelo para que llegue a más gente!

Fuente: Vivir Sin Plástico 5 febrero, 2017

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