Paso 1
Aclaración: La cantidad de agua y de granos varía de acuerdo al tipo de café que uno está preparando y las notas que uno quiere resaltar, esta relación entre café y agua se llama RATIO.
Para empezar, te recomendamos que utilices una proporción de 30 grs. de café y 500 grs. de agua (aproximadamente ratio 1:16, 1 parte de café por 16 partes de agua). Luego, andá ajustando las cantidades de acuerdo a tu gusto.
Pesá el café y realiza una molienda media (similar a la sal gruesa).
Paso 2
Ubica el filtro Chemex verificando que todas las paredes del mismo estén bien contenidas en el recipiente cónico.
Paso 3
Volcá el agua hirviendo sobre las paredes del filtro con el fin de eliminar las impurezas que allí residan y para calentar la cafetera. Luego, deshecha el agua contenida en la Chemex.
Paso 4:
Volcá el café molido dentro del filtro y dale una leve sacudida buscando crear una capa uniforme de la molienda.
Paso 5
Dale inicio al temporizador y empezá a verter el agua (90°-96°C) sobre el centro del café molido, duplicando su cantidad en relación a la utilizada de molienda (ej. Si usamos 30 grs. de café habrá que verter 60 grs. de agua).
Dejalo infusionar durante 30 segundos y vas a notar cómo el café se expande liberando el dióxido de carbono atrapado en los granos frescos (éste primer vertido, se llama Bloom).
Paso 6
Comenzá a verter nuevamente el agua empezando desde el centro en forma de espiral agrandándolo hacia afuera y volviendo al centro hasta llegar a los 360 grs. Verifica que todo el café quede en contacto con el agua. Cuando se haya filtrado la mitad de ésta, agregar el agua restante.
Paso 7
El proceso debería tardar entre 03.00-4:00 minutos. Si finaliza antes posiblemente haya que ajustar la molienda del grano un poco más fina. En cambio, si tarda más que el tiempo señalado, habrá que moler el grano levemente más grueso.